
Que en un día de tormenta
el cielo sea mi patrón,
las nubes sean las que contienen mis lágrimas,
y las gotas mis lágrimas mismas.
Que las gotas que caen en los ríos
sean aquellas que colmen mi paciencia,
y que el río sea mi paciencia misma.
Que el frío sea el que congele mis impulsos,
los charcos la acumulación de mi tristeza,
los relámpagos el aviso de mi bronca,
los truenos la explosión de mis sentimientos,
los rayos la descarga de mi ira
y el granizo mi furia hacia la tierra.
Que los escombros que al final quedan
sean mis malos recuerdos,
y que el suave viento sea el encargado
de llevarselos hacia el olvido..
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